Este proyecto consiste en involucrar al público asistente a la exposición colectiva “Ninguno” en el Museo Histórico y Militar para ser ellos mismos los “artistas” generadores de un arte cuyas “partes” eran ofrecidas en cápsulas para consumir con agua.
Fue así como generé un proceso de llenado de cápsulas en maquinaria semi-manual y bandeja lista para ser ofrecida en el “coctel” de inauguración de la exposición. Dentro de las cápsulas había círculos de plástico no tóxico para que cada cuál realice su “obra”, única e irrepetible.
Contraté un mozo para ofrecer a los asistentes el peculiar “cóctel”, revelando el objetivo del trabajo. Estas son parte del registro del ofrecimiento de cápsulas junto a las unidades de agua purificada para consumirlas.
Al mismo tiempo había una proyección en data de la página web sobre la pared derecha de la instalación de las unidades de agua y el mozo para animar a las personas a postear el resultado de su “obrar”
Es atractivo pensar en la combinación de ambos tipos de producción: personal e industrial. Esta combinación potencia y cuestiona el origen de la necesidad que pretenden llenar los productos. Estos últimos se vuelven una radiografía de los mandatos insertos en cada verosímil generacional.
Las personas que se involucraron en esta acción de arte, estuvieron pendientes de sus heces, tal vez, como nunca antes lo han hecho: a la espera de la expulsión y de su propia creación elevada a categoría artística, con su propia galería donde exhibirla y luego, despedirse de ella.
Paola Podestá