“Oasis”
45.000 figuras de papel troquelado, 45.000 alfileres y cubrepiso.
Restaurada y modificada en 2007
“How wonderful that we have met with a paradox. Now we have some hope of making progress”.
Niels Bohr
Oasis es una alfombra que nunca será usada como tal. Fue concebida a partir de la selección de un patrón de alfombra persa que armé con figuritas de papel troquelado de distintos colores siguiendo los dibujos del diseño. Elegí ese tipo de alfombras porque el pueblo árabe desarrolla una visualidad exuberante en sus textiles, esto último, por la abundancia de su ganado bovino en una situación geográfica desprovista de otra materia prima para crear. El diseño o patrón elegido, corresponde a una alfombra para orar, cuyo dibujo alude abstractamente a un jardín. Este tipo de alfombra son elementos totalmente ficticios -y anhelados- en ese paisaje desértico; figuran la belleza del oasis que aparece sólo al extender la alfombra (jardín compacto de bolsillo) para vivir la oración cómo tal.
Es así como el modelo de esta alfombra fue realizada artesanalmente y constituye una pieza única. La vuelvo a construir de un modo serial, semi-industrial, cuál sería usar los troqueles manuales para utilizarlos como pixeles (o nudos en la alfombra) que generan así los dibujos del patrón original. Me interesa detenerme en la paradoja que significa reconstruir una imagen, y su función por consiguiente, a partir de una pieza sagrada religiosa. Al ser una pieza de arte, su sacralidad es aportada por el aparato exhibitivo del mercado artístico y que al dejar de ser una alfombra como tal, se vuelve un objeto estético inútil .
Lo más relevante en este trabajo sin duda fue su proceso. fue montado en la sala por un equipo de 26 personas, quienes eran estudiantes de arte y diseño que se “autosometieron” a la tarea de completar en trabajo en tres días de montaje, según los tiempos cada uno dispusiera. Lo hicieron del mismo modo que los árabes rezan: de rodillas.
Paola Podestá