Los próximos inquilinos
Cerámica, tierra de color, circuitos impresos, incandescente
0, 67 m x 0,58 m. x 0, 43 m.
1997
El rey danzante
Cerámica, vidrio, fierro, óxido, iluminación halógena
0,7 m. x 0,6 m x 0,6 m
1996
Despedida de la tierra
Cerámica, tierra de color, circuitos impresos, incandescente
0,7 m. x 0,6 m x 0,2 m
1997
Estado primigenio
Cerámica, vidrio, engobe, iluminación halógena
1,4 m. x 0,4 m x 0, m
1996
Camarón Urbano
Cerámica, vidrio, iluminación halógena.
1m. x 0,6m. x 0,4m.
1996
Refugio Terráqueo
Cerámica, vidrio, iluminación halógena.
1m. x 0,6m. x 0,4m.
1996
Salón VIP
Cemento, fierro, pigmentos, circuitos eléctricos y circuitos impresos.
2,5 m x 1,5 m x 1,5 m.
1996
Estas obras provienen de una investigación sobre la forma de los termiteros y las formas de vida de sociedades organizadas de insectos (hormigas, termitas, abejas) y las ciudades que desarrollamos los seres humanos. Fue el tema elegido para rendir mi examen de grado.
En esta serie trabajé 8 esculturas con cerámica y “fósiles” tecnológicos, en una convivencia arqueológica entre el tótem escultórico- arquitectónico y las posibles estructuras asociadas a insectos con organizaciones sociales similares a las humanas, como termitas y hormigas. Esta imaginería es un punto de partida que arranca desde la verticalidad de la cordillera de los Andes y dentro de la misma serie rompe con la tradición de la escena escultórica chilena de fines de los 90’s, para explorar en operaciones más ligadas a las posibilidades físicas de los propios materiales y su relación con el espacio inmediato a través de lo lumínico.
Me interesó repensar esas construcciones arcaicas con sus patrones estéticos predecibles, en una especie de “cruza” de estrategias de supervivencia de dos especies con similar estructura social en una misma “arquitectura”.
Combinar lo ancestral con lo tecnológico, como si en la rueda de la evolución, los opuestos fueran lo mismo.
Paola Podestá